miércoles, 12 de agosto de 2009

La danza del agua

Medias de Gaël, medias de Carmina, medias de Enzo, digo yo en voz alta separando cada una de las ropas en el lavandero.

Medias de « lonzo » mama, aquí están las de « lonzo » mama.

« Merci » Gaël le respondo sin prestarle mucha atención pues me encontraba de espalda a ellos.

Salgo por un instante del lavandero, y me dirijo a la cocina a recuperar del microondas la taza de té que había puesto a calentar.

Regreso al lavandero, y cuando entro encuentro a Gaël con la puerta de la lavadora abierta poniendo en posición los botones de lavado y prelavado. Dirijo mi mirada rápidamente hacia el resto del lavandero buscando a Carmina. Es así como la veo vaciando prácticamente toda la cesta de ropa sucia. Y con una precisión particular separando toda la ropa de Enzo.

Por un instante me quedo impávida, pensando que si hubiese tardado un minuto mas, quizás Gaël y Carmina hubiesen puestos los dos solos a lavar la ropa.

Al ver ese espectáculo, decido ir rápidamente a buscar la cámara.

Carmina empieza a pasarme cada media, camisa, pantalón de Enzo, un poco perturbada por la impresión del momento, al verlos los dos trabajar en equipo, como si alguien les hubiese anteriormente explicados lo que había que hacer, decido seguirles el juego, y de pasar a lavar yo la ropa pues me dedico solo a conducirlos.

Termino de tomar el resto de ropa que quedaba por meter, se la paso a Carmina, y de la misma manera Carmina se la pasa a Gaël, que termina de introducirlas en el interior de la lavadora. Antes de continuar el juego, reviso de manera discreta la ropa que se encuentra al interior de la lavadora, afín de verificar que no haya ropa de color.

“Ya mama” me dice Gaël. Lo observo un poco sorprendida y al mismo tiempo le respondo, si Gaël ya podemos poner a funcionar la lavadora.

Sabes que hay que hacer ahora Gaël, una vez que la ropa se encuentra dentro de la lavadora?

Y sin responderme, Gaël toma uno de los envases que se encuentran al lado de la lavadora, trata de llevarlo al interior pero dado que el tamaño del envase es muy grande me pide ayuda.

Ayudándolo le explico donde colocar cada uno de los líquidos, y de manera instantánea repite cada uno de mis gestos. Carmina detrás de nosotros, nos observa.

Gaël se maravilla al ver como el jabón liquido desaparece en la cubeta respectiva, e insiste en continuar adicionando. Cuando trato de impedir que continúe vaciando el envase, entra en cólera, diciéndome “ moi mama” “moi”.

Trato de negociar con el afín de no cortar toda su disposición y su independencia para ayudarme y colaborar, pues en realidad era una escena hermosa verlos a los dos trabajando a 4 manitos.

Así que de esa manera dejo que Gaël continúe a adicionar un poco mas de jabón liquido en el interior de la cubeta. Me digo a mi misma, ni modo la ropa quedara con un poco mas de jabón que lo normal. Una segunda lavada solo con agua será necesaria.

Paso luego a explicarle el funcionamiento de los botones, y los diferentes casos, solo ropa blanca, de colores, delicada ...... etc. Gaël me escucha con cara de concentración y Carmina continua observandonos. Gaël repite cada paso que le explico y de manera magistral, a mis ojos, termina apretando el botón para que la lavadora comience a funcionar.

Carmina continua observándonos, como si estuviera esperando que algo pasara, la veo poner su mirada fija en la tapa transparente de la lavadora.

Cuando la lavadora comienza a funcionar, Carmina empieza a saltar con una inmensa alegría al escuchar el sonido del agua. Supongo que ese era el instante que tanto esperaba.

Es así como la lavadora comienza su danza, y Gaël y Carmina la acompañan moviendo sus cuerpecitos al son del ir y venir del agua.


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